No pretendo ser pesimista, pero mientras las esferas de conocimiento (arte, ciencia y ética-política), estén separadas, va a ser muy difícil llegar a pequeños cambios que modifiquen nuestra manera occidental de ver la vida.
Así, la idea moderna de que el arte podría cambiar la vida (Cage, fluxus, Beuys, arte de los 70´s), no funciona, porque mientras que la mayoría de los artistas contemporáneos beben de todas las esferas anteriores, en un gran esfuerzo de estudio multidisciplinar, no existe retroactividad. No por ello hay que dejar de buscar una razón comunicativa, un diálogo entre iguales, abogar por un arte que cree esfera pública.
Pablo Martínez Caulín, "La humanidad: ese árbol que se (puede) DEBE podar". (aquí)
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